Por Juan Tomás Valenzuela
La idea de embarrar de mierda
el Palacio de Justicia,
más que una afrenta, propicia
un grito de la ultraizquierda.
El gobierno comemierda
que dirige este adefesio,
está poniendole precio
al imperio de la ley,
mientras de torre CANEY
ven al pueblo con desprecio.
En este apestoso día,
los del Poder Judicial
se aprestan a celebrar
un año más de anarquía.
A más de una Policía
dedicada al sicariato,
este grupo de avivatos
que administran la justicia,
superan en inmundicia
al cerdo más mentecato.
No habrá justicia divina
(por honesto que sea un juez)
si quien la dirige es
hermano de Alejandrina.
La impunidad de Medina
está más que asegurada,
por la justicia blindada
que hiede a estiércol de gato,
además del aparato
de una prensa financiada.
Los agentes de limpieza,
con la cara bien cubierta,
están limpiando las puertas
de estas indelicadezas.
Lástima que en las cabezas
de Jean Alain y Mariano,
no cayó un poco de guano
de aquel que el FALPO soltó,
pa ver a cuál de los dos
le quedaba más bacano.
Si el FALPO tiró pupú
no hay nada que lamentar,
viendo que en este lugar
eso es parte del menú.
El ungido es tán pechú,
que dá a administrar justicia,
a dos entes de avaricia
sin principios ni moral,
solo para asegurar
su legado de impudícia.
Juan de los Palotes
7 ener 2019